miércoles, 26 de febrero de 2014

ES FANTÁSTICO VOLAR EN FIRST CLASS DE EMIRATES

Un par de horas antes de volar a Dubai, un chofer de la compañía Emirates me llevó al aeropuerto.
El A380 es el avión más grande del mundo. Abordo de esta maravilla inauguré los vuelos directos de Barcelona a Dubai.
Este era mi sitio.
 A la izquierda había una tablet.
Con esta tablet movía el asiento, que tiene distintos masajes, abría la cama, enciendía luces, eligía juegos y películas en 30 idiomas, abría y cerraba ventanillas, y la puerta de mi espacio privado.
En pequeños compartimentos encontré productos de cosmética, escritorio, aperitivos, chocolates y bebidas.
 Una azafata me enseñó la ducha.
Este es un espacio muy amplio, con lavabo y wc.
Hay cajones y bandejas con todo tipo de productos de aseo y perfumes.
Es muy divertido ducharse durante un vuelo.
El lounge, con barra libre y picoteo, es un punto de encuentro con otros pasajeros de primera clase.
Ofrecen una muy variada carta de desayunos, comidas y cenas, y una extensa carta de vinos y champagnes.
Mientras veía la última película de Robert Redford me prepararon la mesa. El servicio es impecable. 
Tomé un poco de caviar.
La película de Redford era un rollo y me puse "Duck soup" (Sopa de ganso, en España) para seguir con un arroz tailandés.
Para postre un coulant de chocolate y una copa de vino sautern Château d' Yquem. Los Hermanos Marx me hicieron mucha gracia.
Luego, una azafata me preparó la cama.
Aproveché para ir a una zona en la que se puede ver el trayecto del vuelo y, si quieres, tomar unos canapés.
Al regresar de dar una vuelta por la clase business, que también está muy bien, encontré sobre la cama un pijama, un antifaz, zapatillas, un necessaire y una copa de champagne.
Ya acostado, seguí viendo a los Marx Brothers. Me dormí y soñé que iba en un vuelo de Ryanair y que se estaba quedando sin gasolina. Hay que cenar algo más ligero.
Por la mañana me dejé la mitad del excesivo desayuno, porque a las pocas horas me esperaban más platos...
Después de afeitarme y lavarme los dientes me ofrecieron revistas y más bebidas.
Esta fue la última comida. Salí del vuelo con un kilo de más. Pero me pareció una maravilla.
Un chofer de Emirates me esperaba en el aeropuerto de Dubai y me condujo al Hotel Armani.
El Hotel Armani está en el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa.
En el próximo post contaré mi estancia en Dubai.


Al llegar a España me enteré del repentino fallecimiento del gran artísta Paco de Lucía, a quien conocí cuando estaba casado con Casilda Varela. Descanse en paz.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Todavía estoy alucinado, de verdad que me encanta cómo lo detallas todo, casi parece que haya estado allí. A medida que veía las fotos me asaltaban mil dudas de qué es eso de ahí, y para qué sirve eso otro, pero solo voy a plantear una: Doy por hecho que los baños de first class son individuales, ¿no? vamos, que entre tanto lujo no me imagino a una persona esperando en la puerta para reutilizar una ducha! pero vaya cantidad de espacio se necesita para cada pasajero, supongo que las plazas de esta clase son muy limitadas.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos Martorell dijo...

JOAQUIN DOCAMPO: La ducha es para toda la primera, pero no se ducha casi nadie. El que lo hace es por diversión. Un abrazo.

Merche Pallarés dijo...

¡Alucinante avión! ¡Qué super lujo! Me encantó el detallito del caviar... Besotes, M.

Carlos Martorell dijo...

MERCHE PALLARÉS: El "detallito" es la ducha. Un abrazo.

juanma dijo...

he estado en Dubai en las mismas fechas, aunque volé en turista en Emirates, es una gran compañía con muchas atenciones y comodidad.
Y Dubai es una mezcla de nacionalidades muy interesante que de momento convive con mucho respeto.Fui a ver a los Rolling a Abu Dhabi el viernes y luego unos dias de playa.Es muy impresionante lo que han montado.

Carlos Martorell dijo...

JUANMA: Me gustó mucho Dubai. Y un detalle me impresionó: no se ve un solo papel ni una basura tirados por las calles. Nosotros somos unos guarros en comparación. Un abrazo.

Carmina Martorell dijo...

Una maravilla!!!! Yo me conformaría con la cama y poder estar horizontal!!!

Merche Pallarés dijo...

También, también... Y estoy con Carmina (¿sobrina?) lo de poder viajar horizontal en un vuelo largo es todo un lujazo :)

Carlos Martorell dijo...

CARMINA MARTORELL: Tienes razón. Ir sentado durante muchas horas es muy pesado. Un abrazo.